Un compositor es un improvisador lento.
Un improvisador es un compositor rápido.
Los mejores solos empiezan con una nota.
Un solo, es contar una historia.
Un solo, no es un despliegue de técnica.
La técnica es la herramienta que nos permite expresarnos con libertad.
Después de estas primeras consideraciones conceptuales, habremos de bajar al terreno de la acción.
Es decir: "si si, pero por donde se empieza?
Por supuesto que un solo sin técnica se puede hacer. Pero, caeríamos en poca variedad y en redundancia innecesaria.
Por tanto, la primera pregunta para formularse sería:
¿Cual es mi paleta de sonidos y que puedo hacer con ellos?
¿Conocemos los rudimentos, las notas de apoyatura, orquestaciones alrededor del set, subdivisiones, grupos de 3, 5, 6, 7, 8, 9 y otras técnicas?
Aunque la técnica no lo es todo, es lo más importante. Sin ella estamos perdidos.
Con cada una de las técnicas, hemos de poder improvisar. (1er paso para un solo).
Una técnica está bajo control, cuando somos capaces de improvisar con ella.
Improvisar implica el crear un fraseo con una estructura clara: 4, 8, 12, 16, 32 compases. o forma libre pero con "discurso"
Te recomiendo que empieces con 4 compases. Siempre es ampliable.
El siguiente paso, improvisa sobre la estructura de blues (4 compases del I - 2 compases del IV- 2 compases del I - 1 Compas del V - 1 Compas del IV - 1 compás del I - un compás del V y vuelta a empezar). Manteniendo siempre en la cabeza esta forma.
Has de ser capaz de tocar cualquier técnica inventada o por inventar sobre una forma estandar y no perderla en cualquier caso. Aquí empezarán a tener sentido tus improvisaciones y/o solos.